Todo salió redondo, como si lo hubiera planeado.
El despertador no se trabó.
Al bañarse quedaba jabón en la ducha, y el agua no se enfrió.
Las tostadas no se quemaron.
Su hijo le besó espontáneamente.
Consiguió asiento en el autobús.
Llevó paraguas y llovió.
Vio una mujer hermosa y ella le miró.
Le dijeron que era simpático.
Cobró el sueldo entero, sin descuentos.
Alguien le contó un chiste nuevo, y era bueno.
No se olvidó las llaves.
El perro saltó para saludarlo.
Su equipo ganó el partido.
Un amigo le invitó a una fiesta.
Cenó su plato favorito y después su mujer le confesó que tenía ganas de hacer el amor con él.
Así, en un mismo día, todas las cosas simples de la vida aparecieron rendidas a sus pequeños pies humanos y le ayudaron para seguir adelante.
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