Divisiones:
Hubo un tiempo en que fuimos uno
ahora somos casi dos
Cada uno puede buscar su verdad cuando de frases generales se trata, personalmente no nado a favor de los que hablan de comienzos de relaciones idílicas para continuar con cambios porque la gente no tiende a cambiar, tiende a desmaquillarse. Discrepo de divisiones y de mundos diferentes, de salvar diferencias o de intentar complementarse. Todo esto se disuelve en el respeto y en la diferencia se encuentra mas latente, las diferencias no deben salvarse, deben respetarse o sino uno de los dos fingirá para siempre lo que el otro espera.
Hubo un tiempo en que dos eran uno, en el que no se conocían, en el que cada uno solo intentaba agradar al otro haciendo cosas que solo son propias de él en un momento concreto en una situación esperada, realidad distorsionada, el enamoramiento puede ser una serie de matices irreales en el que cada uno coge lo que más le gusta, felicidad asegurada, pequeña ficción en la que solo se encuentra lo que se desea y solo se enseña lo que se quiere mostrar. Es fácil que dos sean uno así, casi imposible no serlo, pero gracias a nosotros mismos esto no dura siempre, es una situación feliz pero engañosa, luego se deja de ser uno, se vuelve a ser dos pero juntos, cada uno es real, no matiza no busca solo complacer. Vivir a otra persona tal y como es resulta mucho más gratificante; aprender cosas de quien esta a tu lado es mucho más fácil y enriquecedor cuando cada uno aporta lo que es, y no lo que pretende. Realidad verdadera ahora que conoces al otro, lo comprendes, o no, pero sin matices, ahora puedes querer sin miedo a equivocarte, ahora puedes estar seguro de no vivir bajo colores cegadores que impiden ver los que quedan en el fondo, los mas cálidos y reales, disfrutemos del granate y del marrón, del gris y del verde botella, los fosforitos se diluyen con los matices.
Hubo un tiempo en que fuimos uno
ahora somos casi dos
Cada uno puede buscar su verdad cuando de frases generales se trata, personalmente no nado a favor de los que hablan de comienzos de relaciones idílicas para continuar con cambios porque la gente no tiende a cambiar, tiende a desmaquillarse. Discrepo de divisiones y de mundos diferentes, de salvar diferencias o de intentar complementarse. Todo esto se disuelve en el respeto y en la diferencia se encuentra mas latente, las diferencias no deben salvarse, deben respetarse o sino uno de los dos fingirá para siempre lo que el otro espera.
Hubo un tiempo en que dos eran uno, en el que no se conocían, en el que cada uno solo intentaba agradar al otro haciendo cosas que solo son propias de él en un momento concreto en una situación esperada, realidad distorsionada, el enamoramiento puede ser una serie de matices irreales en el que cada uno coge lo que más le gusta, felicidad asegurada, pequeña ficción en la que solo se encuentra lo que se desea y solo se enseña lo que se quiere mostrar. Es fácil que dos sean uno así, casi imposible no serlo, pero gracias a nosotros mismos esto no dura siempre, es una situación feliz pero engañosa, luego se deja de ser uno, se vuelve a ser dos pero juntos, cada uno es real, no matiza no busca solo complacer. Vivir a otra persona tal y como es resulta mucho más gratificante; aprender cosas de quien esta a tu lado es mucho más fácil y enriquecedor cuando cada uno aporta lo que es, y no lo que pretende. Realidad verdadera ahora que conoces al otro, lo comprendes, o no, pero sin matices, ahora puedes querer sin miedo a equivocarte, ahora puedes estar seguro de no vivir bajo colores cegadores que impiden ver los que quedan en el fondo, los mas cálidos y reales, disfrutemos del granate y del marrón, del gris y del verde botella, los fosforitos se diluyen con los matices.
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